JOAQUIN Smet nace en Chicago (Ill., Estados Unidos de América) el 9 de octubre de 1915. Profesó en la Orden del Carmen el 15 de agosto de 1935 y fue ordenado sacerdote el 23 de mayo de 1942. Su primera vocación cientifica se dirigió por el camino de la historia, especialmente de su propia Orden, colaborando en la revista de su Provincia, The Sword, desde la fundación de la misma y enriqueciendo con su labor la biblioteca carmelitana que la Orden tiene en Washington, D.C.
Después de sus estudios en la Universidad Gregoriana (Facultad de Historia Eclesiástica), con la publicación de su tesis The life of Saint Peter Thomas by Philippe de Meziéres. Edited from hitherto unpublished manuscripts with an introduction and notes (Roma 1954), 242 págs., obtiene el título de doctor en Historia. Con esta publicación se sigue la recién estrenada colección de Textus et studia historica carmelitana, inaugurada ese mismo año con la tesis de Ludovico Saggi sobre la Congregación Mantuana. Smet fue uno de los animadores de ese grupo de historiadores carmelitas que han proporcionado un conocimiento más claro dt los orígenes y desarrollo de la Orden del Carmen.
J. Smet ha ido recogiendo y compilando todo lo que iba apareciendo sobre la Orden y completando con su investigación personal lo que todavía no había sido objeto de estudios especiales. Con todo este material ha conseguido una Historia de la Orden del Carmen, cerrada en 1985 con su cuarto volumen. Desde la presidencia del Institutum Carmelitanum, de Roma, como director y redactor de Ia revista Carmelus, ha prestado un servicio a la Orden y, a través de ella, a Ia Iglesia, ayudando a conocer desde sus primeros momentos el desarrollo y realización contreta del carisma carmelita, con sus luces y sombras. A partir de Los Carmelitas de J. Smet, cuyo primer volumen pone hoy la BAC al alcance del público español, los historiadores.podrán evitar los datos inseguros en los aspectos más importantes de la historia del Carmelo. Todavía quedarán muchos vacios que rellenar, pero la obra- de Smet representará siempre un hito fundamental.