Crimen y castigo (1867) es la primera y la más famosa de las novelas filosófico-sociales de Fedor Dostoyevski. Con ella escribió el magistral "relato psicológico de un crimen". Raskolnikov es impulsado, en parte por la miseria, pero sobre todo, por consideraciones teóricas, a perpretar el asesinato de una vieja usurera. Torturado por los terribles sufrimientos de su conciencia, sólo la presencia de Sonia, la desdichada prostitúta que conserva la pureza del corazón a pesar de su desesperada exiistencia, conseguirá liberarle de sus obsesiones y hacer que triunfe en él el sentimiento de solidaridad entre los hombres. En lo más profundo de las tinieblas de la perdición halla, así, la luz que lo redime y la resurrección interior.