Los escritos de Teresa de Jesús (1515-1582), editados por Fray Luis de León al poco tiempo de fallecer la autora, se difundieron con rapidez en una sociedad que apreciaba de manera especial la narración de los fenómenos religiosos, con incursiones e la terreno de los fenómenos místicos. Prepararon y acompañaron el proceso de canonización, que a su vez expandiría aún más la fama de santidad de la Madre y ampliaría el alcance de su magisterio.
Entre los divulgadores más destacados de su pensamiento resalta el carmelita descalzo Tomas de Jesús, primero en España y luego en Italia y Flandes, que, inspirándose en los escritos teresianos, elaboró una doctrina original acerca del camino espiritual.
La obra Suma y compendio de los grados de oración, impresa por primera vez en 1610 en Roma y reeditada varias veces en España en los decenios sucesivos, se puede considerar a la vez, como una peculiar antologia de los más importantes textos de Teresa y un primer intento de sistematizar su pensamiento sobre la oración, estructurado según los esquemas escolásticos de su tempo.