El P. Bartomeu Maria Xiberta (1897-1967), sacerdote carmelita catalán dedicado a la investigación y la docencia de la teología en Roma, fue perito del Concilio Vaticano II. Su doctrina viene también acompañada de su ejemplar vida cristiana, por lo que se encuentra en camino hacia la beatificación. Xiberta fue pionero y testigo de la renovación eclesiológica del siglo XX y, a pesar de que es poco conocido en este ámbito por estar la mayoría de sus escritos en latín o inéditos -especialmente su tratado teológico De Ecclesia Christi-, su eclesiología, muy cercana a la del Concilio Vaticano II, aporta mucha luz al debate teológico contemporáneo. A partir de un análisis minucioso de los escritos del teólogo carmelita, esta disertación propone un «redescubrimiento» de la Iglesia como nla Obra de Cristo,, seflalando las lineas centrales del pensamiento de Xiberta: que la Iglesia fue instituida por Cristo, que vive y depende plenamente de Él; que, constituida como «sociedad espiritual y visible» y formando sus miembros una verdadera comunión de fe y amor, está dotada de los medios sacramentales para comunicar la salvación de Cristo a la entera humanidad; y que, por tanto, es ya la incoación y el germen del Reino de Dios en la tierra.